Termina una temporada que aunque no tuvo éxitos en la parte deportiva, deja muchos aprendizajes para el Club. Luego de varios años en que el Macará de Ambato se había acostumbrado a ser protagonista en los Torneos y lograr la clasificación a Competencias internacionales, este 2021 transcurrió de una manera atípica, por una parte las consecuencias de la pandemia en el mundo deja todavía muchas secuelas en la industria del fútbol, el juego sin público, la falta de pago por concepto de derechos de televisión, reducción de ingresos por publicidad, entre los aspectos de mayor impacto para el fútbol ecuatoriano.
En el caso específico del Club celeste, una primera temporada de la que se esperaba una mejor actuación de la mano de un nuevo técnico contratado con positivas y grandes expectativas para la temporada 2021 y que no tuvo los resultados esperados. La dirigencia del Club siempre pensando en tomar las mejores decisiones en bien del equipo, vinculó nuevamente al plantel al estratega Paúl Vélez, Director Técnico de uno de los mejores equipos de la historia (2019) y con clasificación a 4 torneos internacionales, profesional que atravesó y generó un proceso importante en el club a partir del año 2016.
Para la segunda etapa las cosa no salieron como se habían esperado y el equipo celeste terminó en el décimo lugar en la tabla acumulada a 4 puntos de obtener una nueva clasificación a Copa Sudamericana. Sin duda, una temporada con varios aprendizajes para el plantel celeste, con la decisión de dar continuidad a un intenso trabajo con miras al 2022 y seguir un proceso que nos permita una destacada participación el próximo campeonato nacional.
En los momentos actuales el Club trabaja en el armado del plantel de manera organizada y a cargo de las Direcciones que corresponde en conjunto con el cuerpo técnico, comisión de fútbol y dirigencia de los celestes. Conscientes que es importante contar con equipo integrado de los mejores talentos que nos permitan el cumplimiento de los logros deportivos.